Chattanooga, Tennessee, Estados Unidos – En un vibrante duelo que mantuvo a los aficionados al filo de sus asientos, la Selección Nacional de Guatemala y su archirrival, la Selección de El Salvador, empataron 1-1 en un intenso partido amistoso disputado el pasado sábado 31 de mayo de 2025 en el Finley Stadium de Chattanooga. Este encuentro, de alto voltaje y sabor a clásico centroamericano, sirvió como una crucial prueba de fuego para ambas escuadras de cara a sus próximos desafíos.
La Bicolor Toma la Delantera, La Selecta Responde al Final
El partido comenzó con una Guatemala decidida a imponer su ritmo. La recompensa llegó al minuto 40, cuando el delantero Darwin Lom aprovechó una oportunidad en el área para mandar el balón al fondo de la red, desatando la euforia en la parcialidad guatemalteca y colocando a La Bicolor con una ventaja de 1-0 antes del descanso. A pesar de algunas reclamaciones de fuera de lugar por parte de los salvadoreños, el tanto fue convalidado.
Sin embargo, el segundo tiempo trajo consigo un cambio de dinámica. Con ambos técnicos realizando ajustes y probando nuevas piezas, el ritmo del encuentro se mantuvo elevado. El Salvador, bajo la dirección de su cuerpo técnico, no bajó los brazos y ejerció una presión constante en busca del empate. Su persistencia encontró fruto casi sobre el final del partido.
Fue en el minuto 88, cuando el joven talento Brandon Ramírez, de apenas 16 años, se convirtió en el héroe para La Selecta al anotar el gol del empate con un potente remate, dejando el marcador final en un 1-1. Este agónico gol salvadoreño selló un empate justo en un encuentro que, aunque amistoso, se jugó con la intensidad de una verdadera final.
Un Ensayo Crucial para el Futuro
Para la Selección de Guatemala, este empate representa una valiosa lección en su preparación. El equipo del “Flaco” Tena demostró capacidad para generar peligro y tomar la ventaja, pero también expuso la necesidad de mantener la concentración hasta el último silbatazo. Este tipo de encuentros son fundamentales para afinar la defensa, consolidar la estrategia de ataque y probar la profundidad del banquillo.
Tanto para Guatemala como para El Salvador, este partido fue un ensayo vital antes de sus respectivos compromisos en las Eliminatorias Mundialistas rumbo a 2026, así como en la Copa Centroamericana y la Copa Oro. La intensidad y el espíritu competitivo mostrados por ambas selecciones prometen un futuro emocionante para el fútbol en la región.
La afición guatemalteca, que se dio cita en gran número en Tennessee, se llevó a casa la imagen de una Bicolor que compite y que sigue creciendo, preparándose para los grandes retos que se avecinan en el calendario futbolístico internacional.